Sueños de libertad

El primer beso entre Mateo y Claudia en ‘Sueños de libertad’, y todos los problemas que ello conlleva

Volvió a la colonia De la Reina decidido a seguir la obra de Dios, como nuevo sacerdote. Pero el personaje de Mateo en la serie Sueños de libertad podría desviarse de su sagrado camino. La ficción que se emite a diario en las sobremesas de entre semana de Antena 3 ha desarrollado la trama del querido religioso en el capítulo de este miércoles, y su inestable relación con Claudia podría cambiar mucho las cosas para la joven embarazada.

En otro orden, el capítulo de hoy del melodrama protagonizado por Natalia Sánchez, Alain Hernández y Dani Tatay, ha comenzado con la pérfida estrategia de Jesús para retener a Begoña a su lado. El empresario ha comunicado a su esposa que no terminaba de ver claro aquello de que la chica se marchase a Inglaterra.

Begoña ha insistido en que debía irse una corta temporada para recuperarse anímicamente. En contra, Jesús le ha propuesto irse juntos, pero ella ha referido viajar sola. El marido ha terminado aceptando, pero le ha pedido que esperase a que Julia terminase sus exámenes para irse. En ausencia de Begoña, Jesús ha puesto en su té varias gotas del tranquilizante que consiguió la noche anterior, y que la chica ha ingerido inconscientemente.

“Me voy de aquí”, ha anunciado Begoña, radiante, a Luz, cuando le ha contado sus planes de huida. A ella no podía mentirle: “No sé cuándo volveré”. La enfermera no pensaba regresar en un par de semanas, como le había asegurado a Jesús, aunque lo que más le atormentaba era perder a Julia. Pero Begoña ha decidido hacer lo posible para llevarla consigo en cuanto pudiese. Además, el viaje también le serviría para olvidar a Andrés. En ese momento, Begoña ha sufrido un mareo, y Luz le ha preguntado, desconfiada, si no había tomado ninguna pastilla más.

Begoña ha comenzado a delirar y a escuchar la voz de Mercedes en el pasillo

Más tarde, Luz le ha explicado a Andrés que Begoña había encontrado una forma de escapar de su infierno. “En unos días se marchará a Londres”, ha anunciado la doctora, a lo que el chico ha reaccionado impactado. Borrell ha preguntado si tenía nuevas noticias de su amigo de Brasil, pero Andrés lo ha negado. La médico esperaba recibirlas pronto sobre el paradero de Valentín, pues la vida de Begoña dependía de ello.

A solas con Begoña, Andrés le ha pedido que no se marchase por su culpa. Ella, que sufría un terrible dolor de cabeza, le ha pedido que se ocupase de su esposa, y que pusiera distancia entre ellos. Cuando el ingeniero se ha marchado, Begoña ha comenzado a delirar y a escuchar la voz de Mercedes. La chica ha encontrado al fantasma de su madre en el pasillo de la casa, y la ha llevado hasta la habitación. Allí, Begoña ha perdido el rastro de la alucinación, y se ha puesto a llorar sobre la cama, mientras Jesús la escuchaba al otro lado de la puerta.

Damián abronca a Tasio

Por su parte, Mateo ha escuchado la experiencia de Tasio en prisión. El cura ha advertido a su compañero de que debía recompensar a las personas que había defraudado, y el mozo ha alegado que no le quedaba ni un duro. Carmen ha encontrado a su marido en la cantina, y Tasio se ha preguntado quién había podido pagar la fianza del calabozo. Su esposa le ha aclarado que se lo había pedido a don Damián, y en ese momento, un empleado ha entrado en el bar para atacar a Tasio y que le devolviese su dinero. Tasio ha tenido que huir corriendo de allí.

El chico se ha dirigido al despacho de Damián, y le ha agradecido su favor. El patriarca le ha preguntado a Tasio desde cuándo sabía Carmen que él era su padre. Damián ha abroncado a su recién reconocido hijo por su falta de inteligencia y por dejarse engañar “como un pardillo”. Tasio ha reconocido que no paraba de compararse con la riqueza de sus hermanos De la Reina, y Damián la ha corregido: “Medio hermanos”. El fundador le ha dicho que él trataba igual de duro a todos sus hijos, y que esperaba de él algo más de tiento: “No volveré a dar la cara por ti”, ha concluido el hombre, “si tienes que pudrirte en la cárcel, te pudrirás”.

Mateo y el deseo carnal

Mateo ha acudido al encuentro de Claudia en el almacén, para comunicarle la buena noticia de la liberación de Tasio. La muchacha ha pensado que no quería que el padre de su hijo apareciese como un delincuente reincidente, pero el eclesiástico le ha asegurado que Tasio no volvería a las andadas. “Ahora la estoy liando yo”, ha proclamado Claudia, por mirarle con seducción a Mateo.

El sacerdote ha dicho que también le gustaba mirarle así, y Claudia sabía que aquello no era correcto pero, aun así, ha confesado que se le aceleraba el corazón cada vez que Mateo se acercaba. Mateo ha pedido calma, y ha preguntado si debía marcharse. Claudia le ha dicho que sí, pero se ha visto empujada a darle un beso en los labios.

Si Mateo iniciase una relación con Claudia no solo tendría que abandonar el sacerdocio, sino que además podría ejercer como figura paterna de la criatura que está esperando la dependienta. Sin dudas, esto supondría una fuerte rivalidad entre Tasio, el padre biológico, y el educado Mateo.

Back to top button
error: Content is protected !!

Adblock Detected

DISABLE ADBLOCK TO VIEW THIS CONTENT!