Sueños de libertad

Bochornoso momento para Claudia y Mateo en ‘Sueños de libertad’: todos sus secretos desvelados

Era impensable que las circunstancias llegasen a llevarlo todo al límite, pero los personajes de Claudia y Mateo podrían tener sus días contados en la colonia de la serie Sueños de libertad. La dependienta y el cura apenas comenzaban a discernir lo que albergaban sus sentimientos, cuando Joselito se interpuso entre ellos dos de la noche a la mañana. En el capítulo de este jueves, de la ficción que Antena 3 ha emitido a las 15:45 horas, el viejo amigo de Claudia lo ha destapado todo de manera pública.

En el capítulo anterior del serial protagonizado por Natalia Sánchez, Alain Hernández y Dani Tatay, entre otros intérpretes, don Agustín le hizo abrir los ojos a Joselito sobre lo que verdaderamente estaba ocurriendo con Claudia. El perverso sacerdote le contó que entre ella y Mateo había algo más que una amistad, y por eso la chica había rechazado su propuesta de boda.

Las miradas también han ido dirigidas al estado de salud de Begoña durante el capítulo de hoy. Después del altercado ocurrido antes de la cena de celebración de los treinta años de empresa, Damián ha convencido a Digna y Luis de que su nuera no se encontraba bien, y no era verdad todo lo que había soltado por su boca. Madre e hijo se han marchado, sin ganas de celebrar nada, y Andrés ha reprobado con su mirada a su padre.

Andrés ha culpado a Jesús y Damián de que Begoña se encontrase así, y ha proclamado que creía todo lo que había dicho. “Se lo ha dicho a su madre muerta”, ha achacado el patriarca, tildando a su nuera de delirante. Al marido de María le olía a chamusquina que el acta de defunción de Valentín hubiese aparecido justo cuando él había comenzado a investigar sobre su paradero, y ha dicho que no haría la vista gorda ante un crimen tan atroz. Damián ha amenazado con denunciar a Begoña por adúltera, pero ello no ha amedrentado a Andrés, que estaba dispuesto a lo que fuese por hacer justicia.

Creer o no creer a Begoña

A la mañana siguiente, Begoña ha recordado lo que hizo la noche anterior, y ha intentado salir de su habitación. Jesús ha seguido jugando con su desequilibrio, y se ha pintado como el salvador que había impedido que Damián la enviase a un sanatorio. También ha inventado que su herida en el vientre había sido un accidente de un cazador, y que Valentín había muerto, huido a Brasil. “Necesito ayuda”, ha dicho la afligida, cuando Jesús ha hecho que se respaldase en su hombro.

En casa de los Merino, Luis ha preguntado a Digna si se fiaba de Damián, pues le costaba creer que Begoña se lo hubiese inventado todo. El ama de llaves ha admitido que también le había impresionado verla tan convencida, pero tenía la certeza de que Valentín huyó a Brasil y murió allí. Luis le ha contado a Joaquín la acusación de Begoña a Jesús, y el capataz ha preguntado si le habían creído.

Mateo tampoco podía aguantar las ganas que tenía de besar a Claudia

“Estaba muy trastornada”, ha pensado Digna. Luis, sin embargo, ha pensado que, a pesar de las alucinaciones, la chica había dicho todo con mucha seguridad. Joaquín ha intentado quitarle la idea de la cabeza a su hermano de que Jesús fuese un asesino, pero Luis le ha preguntado si no veía a su primo capaz de hacer algo así. Entonces, Joaquín ha recordado que Gema le contó cómo el empresario se quedó inmóvil, sin llamar a la ambulancia, cuando el derrumbe de la fábrica alcanzó a Damián.

En el dispensario, Andrés ha contado sus sospechas a Luz: que cuando intentó huir y fue disparada, era porque había descubierto el crimen de Jesús, y se sintió amenazada. La doctora ha pensado que habría que descubrir si su amiga seguía bajo los efectos de los barbitúricos, o si convendría no descartar que sufriese una enfermedad mental de verdad. Como Begoña se negaba a ver a Luz, le han pedido a Jaime que se encargase de hacerle un análisis de sangre.

Joaquín esperaba a Jesús en secretaría para preguntarle al empresario cuánta verdad había en las palabras de Begoña. El hermano mayor de los De la Reina se ha hecho el ofendido, y cuando se ha marchado el capataz, Isabel le ha contado a Jesús que había descubierto que Joaquín mentía sobre sus visitas constantes a Madrid. El gerente le ha pedido a la chica que siguiese investigando sobre ello.

El gran lío provocado por Joselito

La verbena en la colonia ha comenzado, y allí Mateo ha encontrado a Claudia. La dependienta ha comentado que se sentía fatal, y que creía que no debieron besarse, pero no se podía aguantar. El sacerdote tampoco podía aguantar las ganas que tenía de besarla, pero Claudia ha evitado que la cosa se calentase más. Joselito los miraba bien de cerca.

Al anochecer, después de los fuegos artificiales, Joselito ha aparecido algo embriagado: “Os llevo mirando toda la tarde, y ya he visto que lo pasáis muy bien”. Envalentonado, el del pueblo ha acusado a Claudia y Mateo de ser unos mentirosos y unos sinvergüenzas. Se ha subido al escenario de la orquesta, y se ha acercado al micrófono: “Señores, entérense de una vez que Claudia y el cura ese están liados, y van a tener un hijo”.

Claudia se ha marchado corriendo de allí, abochornada, y Mateo, al borde de la lágrima, ha observado la mirada de decepción de don Agustín. ¿Será este el fin de sus días como sacerdote de la colonia? ¿Perderá Claudia también el trabajo por ocultar su embarazo?

 

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