Eulàlia Carrillo, guionista de ‘Sueños de libertad’: “Es importante que ‘Mafin’ sea una trama luminosa”

Si algo diferencia a las series diarias de aquellas que cuentan con un número limitado de episodios, es que el ritmo de trabajo cambia por completo. Lo sabe bien Eulàlia Carrillo, coordinadora de guion de la ficción de época que Antena 3 emite entre semana a las 15:45 horas, Sueños de libertad. La gran apuesta para las sobremesas del canal en abierto, protagonizada por Natalia Sánchez, Alain Hernández y Dani Tatay, ha logrado imponerse como uno de los programas líder de su franja horaria, lo que la ha convertido, también, en la serie más vista en televisión actualmente, con una media de 1.275.000 espectadores.

Curtida en todo tipo de ficciones, pero especialmente en series diarias, Carrillo comenzó su andadura profesional en TV3, con producciones míticas como El cor de la ciutat, Ventdelplà y La Riera. Su apreciación de todo un legado de la narración sin descanso, y su entendimiento por los cambios en los hábitos de los espectadores, no solo le han llevado a coordinar un gran equipo de guionistas en esta producción de Diagonal TV, sino también a desarrollar como creadora Regreso a Las Sabinas, la primera serie diaria de Disney+, que se verá próximamente.

Desde su comienzo, entre persecuciones en mitad de un bosque y disputas en el seno de una gran familia, Sueños de libertad se ha presentado como una ficción innovadora, con la idea clara de revolucionar las tardes, así como el concepto de “telenovela”, acercándose más, visual y narrativamente, a cualquier serie limitada que podría encontrarse en las plataformas de vídeo bajo demanda (VOD). Hablamos con Carrillo sobre lo que los espectadores quieren ver, así como del futuro de ya queridos personajes, como Begoña, Andrés, Marta o Fina, dentro de la ficción.

 

 

 

PREGUNTA. ¿Qué tiene Sueños de libertad que no tenga otras ficciones diarias en las que hayas trabajado anteriormente?

 

RESPUESTA. Sueños ha dado un paso adelante respecto a ficciones diarias, en todos los aspectos. Creo que hay un esfuerzo desde producción claro y enorme, y solo hay que ver la factura visual que tiene la serie. Y creo que, a efectos de guion, hemos aproximado la narración al prime time. Dentro de las posibilidades que tiene una diaria, hemos intentado imprimir un ritmo de narración más rápido e intenso. Intentamos que siempre pasen muchas cosas.

Nos hemos esforzado mucho en que las tramas estén más intrincadas, más mezcladas entre sí. Eso es muy complicado en una diaria, porque suelen tener tramas muy estancas, precisamente para favorecer el diseño de producción. Obviamente, hay todo un universo, pero en este caso, hemos querido centrarnos en la rivalidad entre dos familias, y explicarlo como lo explicaríamos en prime, con pocas secuencias de recordatorio y que cada semana hubiera un bombazo, o cliffhangers que lleven al siguiente capítulo. El espectador, cada vez más sofisticado, no solo ve diarias, ve también series de plataformas o de prime, y no se queda contento si no le das marcha. Necesita que pasen cosas intensas, y en Sueños hemos hecho ese esfuerzo y hemos tenido la suerte de que haya tenido su recompensa, porque ha gustado.

“La toxicidad está contada con una parte de realismo que era importante mantener”

P. Lo primero que llamaba la atención de Sueños desde que comenzó es que sus tramas no estaban tan estiradas como en otras series diarias.

R. Sí, proponíamos que no diese miedo explicar, contar, avanzar. Eso tiene una dificultad. Como trabajamos muy rápido, el trabajo es mucho más intenso. El tiempo que tenemos es el mismo que en una serie donde estuviera todo más alargado. Pero es cuestión de intentar forzar siempre, y de no temer que la acción avance.

P. ¿A qué ritmo se escribe en una serie diaria? ¿Cuánto tarda el equipo en crear un episodio?

R. Hay varias fases. Primero se escribe una biblia, que se escribe durante unas cuatro o cinco semanas. Y la biblia es el argumento de un cuatrimestre. Luego, se divide por bloques, y cada uno se asigna a un equipo de escaletas, que crean la de cada capítulo. Nuestros bloques son de seis capítulos. En una semana, escaletamos seis capítulos y luego, simultáneamente, otro equipo los está dialogando. Es decir, sacamos trescientas sesenta páginas de guion dialogado a la semana. Trabajando, somos diecisiete personas simultáneamente.

P. Es un montaje en cadena.

R. Es un engranaje que no puede fallar, porque los calendarios son estrictos, van ajustados, y hay que escribir dentro de unos parámetros de producción muy concretos para que la rueda funcione.

P. Desde que el personaje de Begoña regresó a la casa grande después de ser disparada por Jesús, dio la sensación de que se terminaba una etapa de la serie y comenzaba otra. ¿Qué les espera a los espectadores a partir de ahora?

R. Para nosotros se abre un nuevo mundo. Es verdad que se cierra una intriga, pero luego arranca lo que es la vida de esa mujer con una persona que ha hecho lo que ha hecho. Van a pasar muchas cosas en relación con eso, con relación a cómo Jesús va a intentar retener a Begoña, y en cómo Begoña va a luchar por ser libre, por su bien y el de Julia, que es uno de sus motores.

“El espectador, cada vez más sofisticado, no se queda contento si no le das marcha”

P. La serie plasma muy bien las relaciones de toxicidad. En estos momentos de emisión, Begoña confía que todavía puede cambiar a Jesús. ¿Cómo seguirá la relación entre ellos dos, de aquí al futuro?

R. Vamos a tener un poco de todo. Dentro de lo que es una relación tóxica, está contada con una parte de realismo que creíamos que era importante mantener. Sabemos que, por desgracia, es algo que ocurre, y la gente que nos puede ver, puede verse reflejada. Pero también es verdad que Begoña es nuestra heroína. Es muy importante no traicionar nunca al personaje, y no traicionar nunca el deseo que tiene de liberarse, salir de una situación que no es buena. En ese sentido, habrá muchos giros.

P. Y como heroína, ¿se liberará Begoña por sí sola de sus infiernos, o necesitará la ayuda de Andrés?

R. Eso está por ver. La historia de amor es muy importante. Estamos en el melodrama, e igual que cuenta una historia tóxica, también puede contar una historia de amor. Una va del lado de la otra.

P. ¿Qué va a ser de la relación de Marta y Fina? Ahora entran en una nueva aproximación entre ellas dos, pero en los tiempos que corren, ¿cómo van a hacer para que funcione?

R. Marta y Fina es una trama muy importante. Tiene una identidad casi principal, por el éxito que ha tenido. Para nosotros, es importante que sea una trama luminosa. Que se mantenga a esos dos personajes en una estela de luz, de esperanza, de no desfallecer, de luchar siempre, a pesar de todo lo que van a sufrir. Creo que lo importante es enseñar una trama de esperanza, que se dirija a algo bueno. Pero si todo fuera bueno desde el principio, a nadie le interesaría. Así que les va a pasar cosas, porque estamos en época, y porque además tenemos que contar una historia.

P. Luis parecía encajar muy bien con Sara. ¿Volverá a la serie?

R. Eso nunca lo sabes, de verdad. Muchas veces, en el proceso de escritura trabajamos sobre una biblia, pero a medida que vamos entrando en etapas, vamos creando nuevas situaciones. Y a veces, personajes que en un momento dado aparecen y luego desaparecen, porque ya han hecho su cometido, luego nos interesa recuperarlos. Ya veremos.

P. ¿Qué puedes contar de Regreso a Las Sabinas? ¿Cómo ha sido levantar un proyecto de esta envergadura, decidido a cambiar la concepción de los contenidos de streaming?

 

R. Se va a estrenar en octubre, en principio. Es una nueva apuesta porque es la primera vez que se hace una diaria con este upgrade de producción y, sobre todo, cerrada con setenta capítulos. Esto la aproxima más al prime. Lo que en una diaria al uso tienes que intentar alargar, en Sabinas no. Es contarlo todo en setenta capítulos, lo que es un reto. Estamos súper ilusionados: creo que tiene los resortes y lo importante del género para interesar, y está muy bien producida, y tiene actores fantásticos. Es una serie que, básicamente, estaba toda escrita cuando empezó la grabación. En diarias, eso no es habitual.