Avance “Sueños de libertad”: La nueva crisis de Begoña despierta las sospechas de Digna, capítulo 125 martes 20 de agosto
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el lunes 19 de agosto, Jesús drogó otra vez a Begoña, pero cuando Luz, por petición de Andrés, quiso analizar su sangre, ella la echó de la alcoba. María se resistió a que Isabel controle su fiesta de aniversario de la fábrica; Claudia confesó a Fina su amor por Mateo y Joselito apareció con la intención de conquistarla; Carmen rechazó a Tasio; y Luis amagó con desenmascarar a Luz…
Damián comunica a Jesús y Luis su deseo de que los De la Reina y los Merino celebren juntos los 30 años de las perfumerías al margen de la verbena que prepara María, dirigida más bien a los empleados. A su sobrino le parece buena idea y su primogénito, inesperadamente, no tiene nada que objetar.
En la mansión, Isabel supervisa la organización de los festejos por el aniversario de la empresa que la junta directiva encargó a María con la ayuda de Gema. La sirvienta, que ya advirtió que la chica le daba mala espina, choca con la secretaria sin lograr que su amiga la defienda.
En la cantina, Gaspar reprocha a Tasio que la radio que le vendió no funciona y le reclama un aparato nuevo o la devolución del dinero. El operario, al que le crecen los enanos por todas partes, replica que él fue el primer estafado, pero el tabernero, muy enfadado, le insta a que apechugue.
En el dispensario, Luz prefiere pensar que Begoña se niega a que analice su sangre porque sigue tomando tranquilizantes, aunque cabe la posibilidad de que esté perdiendo la cabeza. Andrés le ruega que apoye a su cuñada haga lo haga, por extraño que le resulte, y admite que no soportaría ver cómo la mujer de la que está enamorado se vuelve loca.
A todo esto, Ángela, la madre de Tasio, se presenta en la colonia alertada por Carmen. Ésta desvela a su suegra que el joven anda perdido desde que supo que Damián es su padre, hasta el punto de meterse en un negocio ilegal para estar a la altura de sus hermanos. La mujer aplaude a su nuera por echarlo de casa, pues su hijo debe escarmentar de una vez.
En las dependencias de los Merino, Joaquín explica a Gema que necesita su contrato para solicitar la hipoteca al banco, pero esperará a que el despacho esté más tranquilo para no levantar sospechas. Además, pide a su esposa que lo acompañe a Madrid y ella, pese a su compromiso con María, acepta.
Entretanto, Jaime, haciendo caso omiso al consejo de Marta de abandonar la consulta, sufre otro ataque. En esas, llega Luis demandando una razón para no delatar a Luz. El médico le espeta que le debería bastar con que es una buena doctora y puede tener un futuro con ella.
En la tienda, Claudia se disculpa con Joselito por despacharlo de malas maneras y siente no poder corresponderle. El muchacho se presta a darle un futuro y ejercer de padre de la criatura, pero ella insiste en que criará a su hijo sola. Desengañado, él la felicita por su valentía, aunque no le arrienda las ganancias.
En la fábrica, Joaquín se hace con su contrato, aunque Isabel casi lo pilla. Al mismo tiempo, anuncia a Jesús que al día siguiente llegará tarde, inventando que tiene que llevar el coche al taller. Para desviar la conversación, plantea a su primo dar a los trabajadores dos horas de asuntos propios al mes.
Por su parte, Begoña, agotada por los efectos de la droga que le administra Jesús, se divierte un rato con Julia. La niña le regala un dibujo que le infunde esperanza y ella lo guarda entre las páginas de un libro.
Mientras Joselito se desahoga con Mateo tras su decepción con Claudia, Gaspar se entromete en la charla y da esperanzas al chaval, afirmando que ella no lo está rechazando, sino haciéndose de rogar…
Y Ángela saluda a Tasio con un bofetón y lo abronca por permitir que Íñigo se la colara y provocar un mal trago a Carmen. El operario relata a su madre cómo le afectó la verdad sobre su padre biológico y ella lo anima a prescindir de la sensación de que es un hijo de segunda.
Por la noche, Jesús asegura a Digna que le aterra imaginar que Begoña termine como Mercedes y pregunta si ha presenciado otro episodio como el de la medalla. Su tía se limita a sugerir que su mujer precisa cuidados y tranquilidad. En ese instante, la enfermera, desquiciada, aparece con el dibujo de Julia hecho pedazos y exigiendo responsabilidades…
