Sueños de libertad

JESÚS CHANTAJEA A LUIS PARA OBTENER LA FÓRMULA EN SUEÑOS DE LIBERTAD

Hola amigos, ¿Cómo están? Bienvenidos, el día de hoy les traemos el avance de un capítulo especial de Sueños de Libertad.

Jesús chantajea a Luis para que le entregue la fórmula.
— ¿Y qué quieres a cambio?
— La fórmula de esencias de la reina. Esa sería mi comisión, tu familia por fin tendría su propio negocio, Luis. Podrías poner en marcha el sueño de tu padre Joaquín.
— ¿Y tú vas en serio?
— Totalmente en serio.

Así es como sabemos que Jesús ha perdido no solo su puesto como director de la fábrica, sino también su puesto en la junta directiva. Su padre, quien siempre lo respaldaba hiciera lo que hiciera, le retiró todo apoyo. Por esto, Jesús ha perdido gran parte de su poder tanto en la fábrica como sobre los demás, pues ya no puede chantajear ni a su padre ni a su hermana.

Sin dudas, Jesús ha perdido sus ventajas, pues hasta Isabel lo ha abandonado. Jesús se siente más solo que nunca y obviamente no se quedará de brazos cruzados. En su última conversación con Isabel, ella, a cambio de dinero, le dio información acerca del estado de la fábrica. Luis se fue, y con él se llevó la fórmula de los perfumes. Por esto, la fábrica está sumida en un gran caos, y Marta está estresada, cuanto menos.

Con esto, a Jesús se le ocurrió una gran idea para recuperar el control. Recordemos que él tiene un as bajo la manga: las tierras que los Merino iban a comprar, y es con esto con lo que chantajeará a Luis. Pero, ¿acaso Luis aceptará aliarse con su peor enemigo con tal de obtener esas valiosas tierras y realizar el sueño de su familia? Sin dudas, es una oferta jugosa.

Pero tú, ¿qué piensas? Puedes compartirnos.

Hablaremos de la otra propuesta que recibirá Luis. Así es, Marta le dará una buena oferta, aunque no tan contundente como la de su hermano. Marta está desesperada. Apenas ha asumido su cargo como directora de la fábrica y se encuentra con tal desastre: la producción lleva atrasada días y las tiendas están desabastecidas. Encima, Marta ya no cuenta con el apoyo de Joaquín y menos de Luis.

Marta ha intentado de todas las maneras. Ha hablado con Joaquín, ha ido a la casa de Digna a hablar con Luis e incluso advirtió con demandar, pero nada de esto ha funcionado. Obviamente, los métodos de Marta son más pacíficos que los de su hermano, y esto le ha conllevado a más estrés, pues con el despido de Isabel, la carga de trabajo se ha intensificado. Incluso tiene que hacer de su propia secretaria.

Marta podría haber dado presión hasta chantajear a los Merino, pero ya hemos comprobado que ella no es así. Incluso entre tanto estrés y frustración, Marta decidirá hacer una oferta de lo más noble, como lo veremos a continuación.

Comenzamos entonces viendo a Marta citar a Digna a la oficina. Sabe que Luis no la va a escuchar, pero sí que puede llegar a hacer caso a su madre. Por esto, la ha citado a ella específicamente. Marta saluda con cariño a su tía, sin embargo, Digna le pide que vaya al grano y sea directa con la razón por la cual la citó, aunque ya se imagina de qué se trata.

Marta comienza diciendo que ella también está muy decepcionada con su padre, pues lo que hizo es horrible, pero al menos es capaz de admitirlo y arrepentirse. Digna la interrumpe, pidiéndole no hablar de ese tema, sabe que la citó para hablar de Luis, por lo que le pide que no den más rodeos. Digna dice que espera que no le sorprenda que Luis ya no quiera trabajar con ellos, lo raro sería todo lo contrario.

Marta responde que entiende a Luis, pues ella haría lo mismo en su lugar, pero no debería haberse llevado la fórmula. Digna pregunta por qué, así que Marta dice que ella debe saber bien cómo funciona esto, pues Gerbasio era también perfumista. La fórmula es propiedad de la empresa. Marta se disculpa por haber nombrado a su tío, temiendo reabrir heridas en Digna. Sin embargo, Digna le dice que hizo bien al nombrarlo, pues Gerbasio fue el precursor de ese perfume y fue Luis quien lo terminó.

Marta responde que nadie niega la autoría de los Merino, así que Digna le pregunta de qué están discutiendo entonces. La empresa no participó en ningún momento en la creación del perfume. Marta explica que tanto Gerbasio como Luis trabajaron en ese perfume, remunerados por Perfumerías de la Reine por contrato. Entonces, el perfume es propiedad de la empresa, así que cualquier juez les dará la razón.

Digna, un tanto decepcionada, dice que le sorprende mucho que se amparen en la justicia después de lo que hizo Damián, que es un delito, pero sobre todo no se esperaba eso de ella, amenazar a su primo con demandar. Marta le dice, triste, que esas son cosas que se dicen en caliente para presionar, pero ella jamás lo haría, pues no es como Jesús. Ella quiere mucho a Luis, pues es su familia. Digna le pregunta para qué la citó, qué hace ella ahí, por lo que Marta revela que lo que quiere es arreglar las cosas en familia, hacer las cosas bien y llegar a un acuerdo que sea justo para todos.

Digna le pregunta de qué se trata ese acuerdo, por lo que Marta dice que la esencia que crearon Gerbasio y Luis es única. Miles de mujeres se identifican con ella y no tienen por qué privarse de cautivarlas con una creación tan valiosa.

Digna responde que Luis no puede seguir engordando las cuentas del asesino de su padre, por lo que Marta dice que puede hacer que parte de esos beneficios sean de los Merino.

Digna pregunta cómo. Marta responde que pueden encontrar la manera; ofrece aumentar el porcentaje de beneficio que tiene Luis sobre el perfume, además de registrar la autoría de Luis sobre él. Pero Digna responde que ella no puede hablar en nombre de su hijo.

Marta le dice que sí puede hablar con él. Sabe que a ella la va a escuchar, así que le pide que le transmita sus buenas intenciones, ruega que confíe en ella. Ella es la sobrina a la que crió y solo quiere lo mejor para todos.

Digna dice entonces que lo va a pensar, pero en esos momentos no puede hablar con Luis para que vuelva a la fábrica como si nada. Marta le dice que lo entiende y que le agradece por haber estado dispuesta a escucharla.

Sin duda, la propuesta de Marta es noble y llena de cariño y deseo por hacer justicia, pero en contraparte de los buenos deseos que Marta profesa, tenemos a su hermano Jesús, quien va con una sonrisa a casa de los Merino. Luis abre la puerta con molestia.

Así que Jesús le pregunta si no lo va a invitar a pasar. Luis responde que no, intenta cerrar la puerta, pero Jesús le da una patada.

Luis, enojado, le pregunta qué es lo que quiere. Así que Jesús responde que estaba en su casa aburrido como él, que no tienen que volver a la fábrica, entonces quiso ir a ver qué estaba haciendo, aún sin invitación.

Jesús, con altanería, entra a la casa. Luis le advierte que ellos no están en la misma situación, como él lo quiere hacer ver.

Jesús le pregunta a qué se refiere, así que Luis responde que los dos están fuera de la fábrica, pero por motivos distintos. A él lo echaron como un perro.

Jesús responde que no hace falta ponerse tan digno, pero Luis responde que precisamente por eso se fue, por dignidad, cosa que él no puede decir.

Jesús dice que le permitirá insultarlo como quiera, así que Luis asegura que entonces es que quiere algo.

Jesús toma asiento diciendo que ha ido a charlar sobre el futuro. Le pregunta si ya ha pensado qué hacer y dónde va a trabajar. Lo lógico sería ir a Floral, pero no puede, pues antes fue rechazado.

Luis responde que hay otras opciones y que confía en su fama de creador. Al fin y al cabo, Esencias de la Reina, su perfume, es el que tiene más ventas en el mercado.

Pero Jesús le dice que debe medir las consecuencias de sus actos. La manera en que dimitió es muy mala presentación, y la voz ya se habrá corrido.

Luis responde que hay otros países a los que ir. Además, también está dispuesto a cambiar de profesión.

Jesús responde que sería una lástima desperdiciar su talento, por eso él ha ido a ofrecerle algo mucho mejor.

Luis se ríe, pero Jesús dice que le dará la posibilidad de realizar el proyecto del balneario.

Luis lo mira incrédulo y riendo, dice que estaría loco si se asociara con él. Entonces lo echa de su casa.

Pero Jesús dice que eso no es lo que le propone, sino que le venderá a buen precio las tierras a cambio de que le dé la fórmula del perfume.

De esta manera, los Merino tendrían su propio negocio, y Joaquín y él podrían realizar el sueño de su padre.

Luis le pregunta si va en serio, así que Jesús asegura que sí, le está dando en bandeja de plata su futuro: fundar su propia empresa y dejar de trabajar para otros.

Así que le pide que lo piense, aunque no mucho, pues es una oportunidad que solo se da una vez en la vida.

En el adelanto del siguiente capítulo, vemos a Luis discutir el asunto con Digna y su hermano Joaquín.

Joaquín pregunta si van a considerar la oferta de Jesús, a lo que Luis responde que su propuesta les permitiría reanudar el proyecto del balneario.

Y así finalizamos este avance. ¿Qué crees que Luis decidirá? ¿Debería aceptar la propuesta de Jesús, aunque esto signifique aliarse con el demonio? Tú, ¿qué piensas? Puedes compartirnos tu opinión en los comentarios.

Sin duda es una difícil decisión.

Marta le sugiere seguir trabajando juntos, pero la opción de Jesús le permitiría al fin tener independencia, un futuro asegurado y libertad. Pero el problema es de quién viene la propuesta y qué ganará Jesús a cambio.

Muchas gracias por acompañarnos y disfrutar de Sueños de libertad con nosotros.

Seguiremos trayéndoles los mejores avances de esta gran novela. Así que estén atentos.

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