Hola queridos suscriptores y amantes de la serie Sueños de Libertad. Les presentamos el avance del capítulo 232: “Una Propuesta Indecente”.
Marta y Pelayo conversan sobre diseños tipográficos. Marta elogia la tipografía, describiéndola como sobria pero elegante, equilibrando la masculinidad con un toque delicado y femenino sin incomodar a los hombres. Pelayo está de acuerdo y destaca su versatilidad, adecuada tanto para hombres como para mujeres. Él elogia el buen gusto de Marta.
Al notar su mirada fija, Pelayo le pregunta por qué lo hace. Marta explica que estaba reflexionando sobre su comentario previo acerca de los hombres que viajan solos. Luego cambia a un tema más personal, mencionando que Pelayo le ha compartido anteriormente que el amor no es una prioridad para él debido a sus planes ambiciosos, como la política.
Al preguntarle a qué se refiere, Marta expresa su sorpresa por la renuncia de Pelayo a la posibilidad del amor. Pelayo le reafirma que tener pareja no está en sus planes. Marta advierte que podría arrepentirse de perder la oportunidad de experimentar plenamente el amor y menciona los riesgos de la soledad.
Pelayo defiende la soledad, describiéndola como una compañera incomprendida pero real, discreta y honesta. Aunque Marta lo anima a mantener buenas amistades, Pelayo asegura que lo hace. Marta lo invita a un aperitivo con ella y Fina en casa del monte. Más tarde, de forma humorada, Pelayo cuestiona a Marta si habrá licor, y ella contesta que sí. Él acepta unirse a ellas, cerrando la conversación con una nota amistosa.
En la sala de estar, Marta está absorta en la lectura de un periódico cuando Fina entra de manera juguetona y la saluda: “Doña silenciosa.” Marta responde con calidez, preguntando a Fina cómo ha pasado la noche. Fina responde dulcemente que durmió bien. Marta agradece el gesto en un tono apacible, marcando el comienzo de la mañana.
Fina comenta sobre la agradable velada que compartieron con Pelayo, destacando lo bien que lo pasaron y sugiriendo invitarlo más seguido. Marta se queda en silencio, lo que preocupa a Fina, quien rápidamente se sienta a su lado en el sofá y le pregunta si algo anda mal, preguntándose si Marta sigue preocupada por el enfado de Carmen.
Marta admite que, aunque la frustración de Carmen es una preocupación, hay otros asuntos que la inquietan. Con seriedad, revela que algo ocurrió después de que Fina dejara la colonia, dejando a Pelayo y a ella solas. Despierta así la curiosidad de Fina, quien, nerviosa, pregunta qué sucedió.
Marta sorprende a Fina con una noticia inesperada: Pelayo le propuso matrimonio. Fina, sorprendida, cuestiona cómo es posible dado el poco interés romántico de Pelayo. Marta aclara que la propuesta es para un matrimonio de conveniencia, con el objetivo de protegerse de rumores y beneficiar sus negocios y carrera política, proyectando una imagen convencional.
Fina expresa tristeza ante la situación, lamentando la necesidad de tal arreglo en el mundo actual. Marta concuerda, reconociendo la dura realidad. Cuando Fina pregunta por la respuesta de Marta, esta admite que estaba demasiado sorprendida para responder.
Fina la alienta a compartir sus pensamientos. Tras reflexionar, Marta afirma firmemente que rechazará la propuesta, recordando una experiencia previa con Jaime y enfatizando su deseo de ser feliz. Marta destaca que vivir y dormir con Pelayo bajo falsas pretensiones la haría infeliz.
Fina, en tono juguetón, promete no dejar que Marta pase por tal angustia. Marta sugiere tomar un descanso y hacer un viaje. Discuten las opciones y deciden ir a la playa, aprovechando para realizar un viaje planeado con Claudia, Carmen y Taxio.
