Avance “Sueños de libertad”: El accidente de María destapa su falso embarazo, capítulo 114 viernes 2 de agosto
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el jueves 1 de agosto, María, que juró acabar con la historia de Begoña y Andrés, comunicó a Jesús que los pilló a punto de besarse y los hermanos se enfrentaron a puñetazos. Digna advirtió a Jesús de que la versión sobre el asesinato de Clotilde ya no se sostiene; y Andrés acusó a Damián de falsificar el certificado de defunción de Valentín e insinuó que él también podría aparecer muerto algún día…
Avance de lo que pasará el viernes 2 de agosto en el capítulo 114 de “Sueños de libertad”
En la alcoba, Jesús reprocha a Begoña que coquetee con Andrés delante de sus narices mientras él paga el entierro de Mercedes. Ella, siguiendo la misma estrategia que su cuñado, lo niega todo, asegura que María miente y lo acusa de falsificar el certificado de defunción de Valentín. Entonces, su marido le pilla un frasco de calmantes y se los tira…
Por su parte, Andrés insiste en investigar el caso de su primo y contacta de nuevo con su amigo Cristóbal para que indague en Brasil. Después, afea a María que recurra a Jesús cada vez que siente celos de Begoña, insinúa que se arrepiente de haberse casado con ella y admite que no puede fingir más, dejándola abatida…
En Madrid, Fina, tal y como le recomendó Isabel, regala a Marta las entradas para el recital de Luis Mariano. La dependienta se disculpa por desconfiar de su relación con la secretaria y se muestra tan feliz al lado de su jefa que hasta intenta besarla en plena calle.
En las dependencias de los Merino, Gema trata de ganarse a Joaquín, aunque sólo recibe desprecio por parte de su esposo, que avisa de que las cosas continuarán así. Pero la sirvienta está dispuesta a aguantar el tiempo que haga falta, convencida de que merece la pena.
En la cantina, don Agustín se cita con el secretario de la diócesis. Envidioso de que Mateo le reste popularidad, pretende sembrar dudas sobre el chico en la Iglesia toledana. Así, sugiere que el muchacho está muy interesado en una joven que ha dado mucho que hablar en la colonia, en referencia a Claudia. Sin embargo, su superior le exige pruebas, no chismes.
En paralelo, en la tienda, Mateo invita a Claudia a dar un paseo y ella acepta encantada. De hecho, la complicidad entre ambos es aún más evidente desde que Ramona se fue al pueblo.
Más tarde, Carmen, que ha escuchado la charla desde el mostrador, pregunta a su compañera acerca de sus sentimientos por el sacerdote, y la de Don Benito confiesa que últimamente lo mira con otros ojos. Su amiga le aconseja que no juegue con fuego, pues solo faltaría que la gente pensara que está embarazada del cura…
En la mansión, Jesús opina que ha llegado la hora de desterrar a Andrés de una vez por todas, antes de que siga escarbando en los secretos del pasado. Damián apuesta por todo lo contrario, ya que es precisamente ahora cuando deben tenerlo más vigilado.
A continuación, el patriarca se ve obligado a engañar de nuevo a Digna, que tiene la mosca detrás de la oreja, desmintiendo la implicación de su primogénito en el disparo que Begoña recibió en el bosque.
Tras saber que su nuevo compañero, Íñigo, vive de lujo gracias al contrabando de electrodomésticos alemanes, Tasio procura convencerlo para que lo meta en el negocio, pero el otro le anuncia que necesitará dinero…
Y Joaquín, después de la bronca de Jesús en público, reitera a Luis que el balneario es el mejor modo de desencadenarse de sus primos y pide a su hermano que reconsidere su posición respecto al proyecto, pero el perfumista prefiere luchar para recuperar su lugar en Perfumerías de la Reina.
Ignorado por el secretario de la diócesis, don Agustín plantea a Mateo que se enrole junto a Claudia en una actividad en favor de los desfavorecidos. Su objetivo es lograr que se acerquen más para poder presentar hechos irrefutables en contra del joven cura…
A todo esto, María, llena de ira, arremete contra Begoña, comparándola incluso con una prostituta. Alertado por las voces, Andrés acude a defender a su cuñada y su esposa, enloquecida, decide tirarse por las escaleras, provocando la histeria en la mansión. Al volver en sí, solo grita “¡mi niño, mi niño!” y la cara de Gema es un poema…
En su habitación, María pide a Andrés que se marche para que Jaime la examine, y éste descubre que no está encinta. Su cuñada aprovecha la ocasión para chantajearlo: le exige que diga a la familia que ha perdido el bebé a cambio de no airear que se acuesta con Luz…
