Avance “Sueños de libertad”: Jesús abusa de Begoña e Isabel caza a Marta y Fina, capítulo 117 miércoles 7 de agosto
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el martes 6 de agosto, Jesús cargó a Begoña la muerte del bebé de María, que se ensañó con ella, restregándole que Andrés también la culpa. Claudia y Mateo pasaron la noche fuera y don Agustín se chivó a la diócesis; Tasio se hizo socio de Íñigo; Marta regaló a Fina un pañuelo que Isabel vio en el despacho; y Begoña asaltó el dispensario y se tragó un puñado de tranquilizantes…
Avance de lo que pasará el miércoles 7 de agosto en el capítulo 117 de “Sueños de libertad”
María se recupera mientras Andrés se deshace en mimos con ella. Gema la felicita por lograr retener a su marido y su amiga le revela por qué Jaime ha validado su mentira: supo que está liado con Luz y lo chantajeó con eso. La sirvienta se escandaliza, pero jura ser una tumba.
Entretanto, Carmen pide explicaciones a Tasio por los movimientos en la cartilla del banco y él le explica que se ha asociado con Íñigo. La sevillana rechaza invertir todos sus ahorros en ese negocio, pues si diera tanto dinero su compañero no se deslomaría en la fábrica…
En la mansión, Damián lamenta que Digna lo siga castigando con su indiferencia. Ella lo ignora y marcha a la cocina, donde cambia de opinión y se pone del lado de Joaquín en el tema del balneario, haciendo ver a Luis que Gervasio lo mantuvo en secreto para librarse de los De la Reina.
En esas, Begoña se cruza con Damián y, a preguntas de su suegro, asegura que confirmó a Digna su versión cuando ésta le expresó sus dudas sobre la muerte de Clotilde y su “accidente” en el bosque. No obstante, le advierte que la verdad siempre sale a luz. Luego, ingiere otro puñado de los calmantes que robó en el dispensario.
En la tienda, Fina se prueba el pañuelo que le regaló Marta cuando aparece Isabel, que desliza que ella no podría pagarlo con su sueldo. La dependienta se inventa que es un obsequio de su padre.
Más tarde, Fina comenta lo ocurrido a Marta y le avisa de que la secretaria es muy lista. La jefa admite que ésta curioseó con la caja y ella le expuso que era un capricho para sí misma. Lo que desconoce es que Isabel vio la prenda, que asomaba por el estuche…
Mientras, Mateo se enfrenta a don Agustín por tenderle una trampa para tergiversar su relación con Claudia y engañar al secretario de la diócesis. El viejo cura se escuda en que Ramona le rogó que lo vigilara y el chico, temiendo por su carrera, suplica a la de Don Benito que se aleje. En ese instante, ella se declara a él…
Por su parte, Tasio irrumpe en el despacho de Damián para anunciarle que se retira del negocio del que le habló. Entonces, Jesús se ríe en su cara, burlándose de que un simple operario interrumpa una reunión para dar cuenta de sus inversiones al patrón.
A todo esto, Jaime da el alta a María y se opone a seguir su juego. Al afearle el daño que está causando a la familia con sus patrañas, su cuñada le recuerda que no está para dar lecciones de moral. Al llegar Andrés, cambia el tono y se hace la mártir.
En el laboratorio, Luis confiesa a Joaquín que Digna le ha abierto los ojos: el balneario devolverá a los Merino el lugar que les corresponde. Su hermano, que iba a aclararle que pretendía levantar solo el proyecto, abraza al perfumista, que se unirá a él para desmarcarse de sus primos.
De su lado, Marta descubre a su secretaria repasando las nóminas de las empleadas de la tienda. A continuación, sube a recoger a Fina a su habitación y le comunica que deberían espaciar sus encuentros. Isabel, que la ha seguido, las caza besándose desde el fondo del pasillo…
Por la noche, Jesús, bebido, se extraña por la confianza de su padre con Tasio. Damián le quita importancia y desvela a su hijo que Digna, dedicada a remover el pasado, ha roto su compromiso con él. El primogénito alega que su preocupación es Begoña, con la que cambiará de estrategia…
En casa, Joaquín agradece a Gema que haya conseguido que deje de sentirse pequeño y le notifica que Luis ha accedido a montar el balneario juntos. La sirvienta se alegra de ver a su marido feliz y la pareja se reconcilia por fin.
Y Jesús se presenta en la alcoba completamente borracho mientras Begoña toma sus tranquilizantes. Su esposo demanda pasar un rato agradable con su mujer, harto de que solo complazca a Andrés. Así, la tira a la cama de un empujón y comienza a violarla…
Si quieres saber más, adelántate a los próximos capítulos en nuestro último avance semanal de “Sueños de libertad”.
